ST. JOSEPH’S MYSTERIOUS SILENCE 3/19
St. Joseph has long fascinated me. What man, aside from Christ Himself, has had a more important role, as husband and human father, in the entire history of salvation?
And yet, we have record of not one word ever spoken by this man in the entire New Testament. I suggest that is no accident: there are lessons here for us all, if we listen carefully.
First, in order to succeed in the mission entrusted to him by the Father, Joseph absolutely needed to have, and maintain, a very close and deep relationship with God. In order to provide wise, courageous and effective leadership to his family, Joseph had to develop an ongoing attitude of deep, interior silence. How else can we explain his prompt attentiveness and response to whatever action God indicated? How would he even know it came from God, unless he was already pre-disposed, through that interior silence, to listen, believe, and unhesitatingly obey? (He couldn’t afford to be distracted the by the dozens of “other” voices the rest of get bogged down with all the time).
Secondly, the absence of any words whatsoever attributed to Joseph, might remind us again that actions speak much louder than words. That words are certainly necessary no one would doubt. However, if there were far fewer of them – for all of us – we’d be a lot better off.
Thanks, St. Joseph, for your holy silence.
--Dc. Bill Richardson
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EL MISTERIOSO SILENCIO DE SAN JOSÉ 3/19
Me fascina la persona de San José. ?Qué otro hombre, aparte de Cristo mismo, ha tenido un mayor impacto en la historia de salvación, como esposo y padre?
Y, sin embargo, no tenemos conocimiento ni de una sola palabra dicha por él en todo el nuevo testamento. Esto no es por accidente. Si sabemos escuchar, hay un mensaje aquí para todos nosotros.
En primer lugar, para poder tener éxito en la misión que el Padre le encomendó, José necesitaba, absolutamente, tener y mantener, una relación muy cercana y profunda con Dios. Para poder proveer uel liderazgo sabio, valiente, y efectivo requerido por su familia, José tenia que desarrollar una actitud permanente de silencio interior profundo. ?De qué otra manera podemos explicar su atención y respuesta inmediata a cualquier acción que Dios le indicara? Incluso, cómo podría saber José que es DIOS MISMO el que le habla, si no estuviera ya predispuesto, a través de su silencio interior, de escuchar, creer, y obedecer sin titubeos? (No tenia el lujo de dejarse distraer por docenas de “otras” voces que terminan dejandonos confundidos a los demás?)
En segundo lugar, la ausencia de cualquier palabra atribuida a José, nos recuerda que las acciones hablan más poderosamente que las palabras. Que las palabras son a veces importantes, nadie lo niega. Sin embargo, creo que todos estaríamos mucho mejor (y habrían menos peleas y desacuerdos) si hubieran menos de ellas en nuestras vidas.
Gracias, San José, por tu sagrado silencio.
--Diácono Bill Richardson