Awash in Grace 3/5
Naaman the leper and I have several things in common. Naaman was unclean due to his leprosy and I, a cradle Catholic, was unclean due to my falling away from the church and the sacraments for nearly two decades. Naaman was healed by plunging into the waters of the Jordan and I tiptoed into the confessional. Yet, when Naaman was given instructions on how to be healed by Elisha the prophet, he resisted because the cure did not seem grand enough to him. I too find myself resistant to God’s grace throughout the day. The prophet is speaking words of life, hope, and peace and I tune Him out.
Thinking I had more issues than I was aware of, I asked several other people if they felt that they were open to all of the grace available to them during the day. Each replied of the need to be more open to God’s presence. To me that is what grace is, God with me, strengthening me, teaching me, coaching me up to be the best person I can. Not just at mass or when I am praying, but all throughout the day. We have all had those “God moments” yet, a moment is too short. Let us work on being aware of God’s constant presealtar server prayers prior to serving. My favorite line is “You are He who will restore my inheritance to me”. Let us listen to Him.
--Scott Petersen
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Lleno de Gracia 3/5
Naamán el leproso y yo tenemos varias cosas en común. Naamán era impuro debido a su lepra y yo, católico de cuna, era impuro debido a que me aparte de la iglesia y los sacramentos por casi 20 años. Naamán fue sanado por sumergirse en las aguas del Jordán y yo llegue con mucha vergüenza al confesionario. Sin embargo, cuando Eliseo le dio las instrucciones a Naamán de cómo ser sanado, él se resistió porque la cura no le parecía lo suficientemente grandiosa. Yo también me resisto a la gracia de Dios durante el día. El Profeta habla palabras de vida, esperanza, y paz y me hago el sordo.
Pensando que tenía más problemas de lo que creía, le pregunte a varias personas si creían que estaban abiertos a toda la gracia disponible para ellos durante el día. Cada uno menciono la necesidad que hay de estar más abiertos a la presencia de Dios. Eso es la gracia para mí, Dios conmigo, fortaleciéndome, enseñándome, guiándome hasta ser la mejor persona que pueda. No solo en Misa o cuando estoy orando, pero todo el día. Todos hemos tenido esos momentos especiales "sintiendo la presencia de Dios", sin embargo, los momentos son cortos. Esforcémonos en estar conscientes de la presencia constante de Dios durante todo el día.
Cada vez que hago la oración del monaguillo recuerdo lo mucho que Dios quiere bendecirnos. Mi frase favorita es "Tu eres el que restaurará mi herencia". Escuchémosle.
--Scott Petersen